El Tupper sex es una práctica desarrollada en Estados Unidos en la que se reúne un grupo de mujeres con el objetivo comprar juguetes sexuales, pero también aprender un poco más sobre el sexo.
Tradicionalmente en estos grupos se solían promover artículos para cocina y del hogar, de ahí el nombre, debido a que imita la venta de esa clase de productos. Sin embargo, este tipo de ambiente relajado y desinhibido entre mujeres ha servido como terapia de grupo y desahogo a los problemas de su vida sexual.
Con el paso del tiempo, estas reuniones se han especializado. Por un lado, el tipo de productos sexuales, como juguetes, han incorporado una extensa variedad y tecnologías; mientras que por otro lado, empresas se han preocupado de que los anfitriones sean realmente orientadoras sexuales.
Estas reuniones evitan la pena que causa a muchas mujeres de entrar a una sex shop, además de que incluye a matrimonios, madres e hijas que aprenden e intercambian sensaciones y puntos de vista; incluso, pueden evitar una infidelidad, causada por falta de comunicación o una vida sexual plena.
Las orientadoras no sólo se encargan de llevar a cabo las reuniones, sino que imparten la información necesaria en diversos temas de sexualidad y sobre el uso de muchos de los aparatos o juguetes sexuales.
Entre los artículos que se venden están toda clase de vibradores, lencería comestible, fragancias con feromonas, columpios sexuales, muñecas o muñecos inflables, juegos de mesa eróticos, películas y preservativos de todo tipo de colores, sabores y aromas.
De esta manera, el tupper sex ha sustituido el café y las galletas por vino tinto, fresas y chocolates, acompañadas de música ligera y luz tenue; pero además, permite que las mujeres externen sus dudas sin tener que guardarse algo o esconderse.
Por lo que esta práctica, cada vez más frecuente en países latinoamericanos y europeas, son una buena excusa para reunirse y agregarle una excitante forma de diversión al sexo.
Fuente: Garuyo
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